Nunca dejamos de mirar hacia delante. Cuando reúnes a un grupo de personas que trabajan bien juntas y a las que les apasiona la tecnología y su trabajo, inevitablemente acabas con un montón de ideas y propuestas de nuevos proyectos o actividades que se pueden hacer juntos. De esta lista interminable hay que distinguir las buenas intenciones, a menudo irrealizables, de las ideas que pueden convertirse en actividades reales, en proyectos potenciales que una empresa como la nuestra puede desarrollar y llevar adelante concretamente. Todo el mundo tiene claro que una idea nunca se convertirá en un proyecto ni en una actividad rentable si no se empieza a trabajar en ella de inmediato. Y nosotros empezamos enseguida. Ya hemos dado el primer paso. Hemos tomado las ideas de todos y hemos empezado a ponerlas en orden.
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